No termino yo de ver qué se está haciendo «por y para Torrevieja». Veo lo que podemos ver todos, luces, fiestas, más luces, conciertos de gente que no conozco, pero que cuestan doscientos mil euros… ¿De verdad hay tanto dinero? Eso es estupendo. Pero, entonces, ¿por qué no tenemos ni una sola calle en condiciones en nuestro municipio? ¿Por qué no han puesto solución a este problema nunca, a pesar de las quejas y a pesar de prometer (siempre en campaña) que se iba a arreglar? ¿Por qué no tenemos ni un solo parque en condiciones en todo el pueblo?
Desde el 2019, el famoso «por para Torrevieja» nos sale ya por los ojos, pero los cambios, los reales, los que sirven para algo y no para confundir y distraer, no llegan. En Torrevieja huele mal. Huele fatal (literal y metafóricamente; sin embargo, centrémonos en lo literal). Las calles, a pesar del esfuerzo incansable de los operarios, están en un estado deplorable y se debe única y exclusivamente a la falta de medios y a la falta de inversión en esas cosas que no brillan, no tienen luces, pero mejoran la vida de la gente. Algo tan básico como la higiene en nuestro pueblo brilla por su ausencia, a pesar de que todos los contribuyentes pagamos más de veinticuatro millones de euros, gracias al flamante contrato de aseo urbano que se adjudicó en junio, no exento de polémica.
Pero hay más. Las zonas verdes en cualquier ciudad son imprescindibles, por diversos motivos. El más importante es que contribuyen a luchar contra la contaminación en el propio municipio, y, por lo tanto, favorecen el bienestar de las personas. Además, ayudan a crear una conciencia ecológica, permiten disfrutar de lugares de ocio al aire libre, donde practicar deporte, disfrutar de la naturaleza y relajarse. Sin olvidar que constituirían un valor añadido para el pueblo.
Siempre me ha extrañado que en Torrevieja estos espacios sean tan escasos. Y los pocos que hay están en peligro de extinción, por la avaricia desmedida de unos pocos. Pues el otro día descubrí por qué carecemos de estos espacios tan agradables en Torrevieja, y la razón es muy sencilla: haberlos haylos, pero no se «ejecutan». Es decir, no se invierte ni un solo céntimo de ese dinero que parece que nos sobra en promocionar estos espacios y mantenerlos, para que los ciudadanos podamos disfrutar de ellos. Y lo que es peor, en la última sesión plenaria, el Partido Popular, abusando de su mayoría absoluta, aprobó una Modificación del P.G.O.U. con la que se van a poder urbanizar sin problema estas zonas, con instalaciones de todo tipo, usurpando las zonas verdes a las que tenemos derecho.
Pues todo esto, mientras no cambiemos de gobierno, no va a variar. Mientras el cambio climático nos advierte de la urgencia de dejar de construir, destruir y violentar sistemáticamente la naturaleza, aquí seguimos empecinados en ir contra la evidencia. En perpetuar un modelo de ciudad obsoleto y en vender humo, año tras año. Pero tranquilos; las 19 torres que quieren sembrar a lo largo de todo el municipio, seguro que cambian la situación. Hay que parar esta locura. Porque pretender seguir construyendo en esta ciudad es eso, una locura. Si se gobernara realmente «por y para Torrevieja», todo lo que he mencionado sería una prioridad: zonas verdes, higiene, más facilidades de transporte para los estudiantes, unas calles donde las personas con movilidad reducida puedan circular sin problemas, etc.
No se gobierna «por y para Torrevieja». Se gobierna para unos pocos, y a los demás se nos intenta engañar y distraer con luces y humo. Pan y circo. Torrevieja merece mucho más.
Irene Villalobos Santos -Simpatizante de Los Verdes de Torrevieja-