Hay un comportamiento en la intimidad del Flamenco común (Phoenicopterus roseus) que hemos podido observar en muy escasas ocasiones, y siempre ha sido desde la lejanía, dejando una sesión fotográfica pendiente que reflejara este comportamiento… Hablamos del baño del flamenco.
Este comportamiento es muy raro de observar en lagunas saladas como las nuestras, ya que para el baño y la hidratación el flamenco prefiere masas de aguas dulces.
Pero nuestra laguna de La Mata tiene un punto muy especial (bueno, entre tantos otros) y es la desembocadura del acequión. Es en ese punto donde la concentración de salinidad es muy similar a la del mar (con una media de entre 33 y 39 gramos de sal por litro). Cuando el canal se encuentra abierto existen pequeñas corrientes que hace que en esas pocas y contadas ocasiones hayamos observado ese comportamiento. Por suerte, hace una par de días esta vez sí que estábamos en el lugar adecuado para poder fotografiarlo.
Os dejamos algunas fotos de Antonio Sáez AVERAVES en La Laguna de La Mata correspondiente a ese momento.