Afortunadamente, cada vez más personas son conscientes de que la posidonia (Posidonia oceanica) no es un alga, sino una planta superior con flores (una fanerógama para los botánicos).
Pues bien, en estos momentos tiene lugar una gran floración sincronizada de las praderas de posidonia a lo largo de las costas del Mediterráneo español.
Las fotografías, de Rosa Canales, han sido realizadas en aguas de Torrevieja, cerca de punta Prima.
Por desgracia, las altas temperaturas del mar Mediterráneo durante los últimos años, y el estrés ambiental que ello genera sobre esta especie, puede estar detrás de tales floraciones masivas, que cada vez se producen con mayor frecuencia y extensión. La parte positiva es que podría ser su forma de adaptarse a un posible futuro mar Mediterráneo más cálido…
fuente: Crónicas Naturales de Torrevieja
Posidonia, una planta para salvar el mediterráneo
A veces confundida con un alga, la posidonia es una planta submarina que solo se encuentra en el mar Mediterráneo. Además, es fundamental para la diversidad y su papel en el ecosistema es irremplazable.
Bajo el mar Mediterráneo se extienden auténticas praderas de lo que a simple la vista y a ojos de la lógica parece un alga. Sin embargo, la vista y la lógica pueden engañarnos cuando se trata de la posidonia -Posidonia oceanica-, la cual, lejos de ser un alga, es una planta que cuenta con raíz, tallo, hojas, frutos y flores que se adaptó perfectamente a vivir debajo del mar. Se trata de una especie endémica del mar Mediterráneo y en la actualidad forma parte de uno de los ecosistemas más importantes de este, jugando además un papel fundamental en el mantenimiento de la biodiversidad pero, ¿por qué es tan importante esta planta?
Para empezar, la posidonia constituye la comunidad clímax del mar Mediterráneo. Una comunidad clímax es aquella que bajo las condiciones del suelo y el clima de un ecosistema determinado puede desarrollarse de manera estable, es decir, se trata de una comunidad madura en la que los organismos que la componen hacen un uso óptimo del espacio y de la energía, y en la que se establece un equilibrio entre los organismos y el entorno.
Así, la posidonia juega un papel fundamental. Por ejemplo, este bosque sumergido destaca por su gran capacidad para crecer tanto en las rocas como sobre los lechos arenosos, donde actúa fijando el suelo, reteniendo material y disipando la fuerza del oleaje, ayudando a proteger la línea de costa e incluso los sistemas de dunas en tierra. Además, su capacidad de crecer tanto en vertical como en horizontal propicia que en ocasiones forme auténticos arrecifes que actúan de refugio para la flora y fauna marina, estableciéndose como una especie clave de la que dependen muchas otras en el Mediterráneo. De esta manera, se calcula que cerca de 400 especies vegetales y 1.000 animales se relacionan directa o indirectamente con las praderas de posidonia
Otra de las grandes virtudes de esta planta es su capacidad para capturar el carbono disuelto en el agua de mar. De hecho, es sabido que la posidonia es capaz de almacenar más del doble del carbono que los bosques templados y tropicales del planeta. A esto ha de sumarse su gran capacidad de producir oxígeno, ya que las praderas de posidonia, las cuales ocupan un 3% de la cuenca mediterránea, pueden liberar al ecosistema hasta 20 litros de oxígeno por día y metro cuadrado.
La posidonia, una aliada sorpresa contra el plástico
No obstante, los beneficios de la posidonia no acaban en el mar. Cada otoño, igual que sucede con muchas plantas terrestres, la posidonia se libera de sus hojas, las cuales acaban en las playas del litoral mediterráneo ayudando a fijar la arena en estas, una función de un valor incalculable teniendo en cuenta que solo en España se invierten unos 10 millones de euros anuales para reponer la arena que está desapareciendo de las playas.
Sin embargo, pese a su función ecológica primordial, el retroceso de las praderas de posidonia es uno de los problemas ecológicos que suscitan más preocupación en el mar Mediterráneo. Pese a formar grandes praderas y extenderse por extensas superficies, se calcula que desde el año 1960 las comunidades de posidonia se han reducido entre un 13% y un 38%. A esto hay que sumar que se trata de una planta muy bien adaptada a su medio: se desarrolla únicamente entre los 30 primeros metros de profundidad, pudiendo en aguas muy claras llegar hasta los 40, soporta temperaturas comprendidas entre los 10 ºC y los 28 ºC, y es una planta que necesita valores de salinidad relativamente constantes. Hoy amenazada por la pesca de arrastre, los vertidos contaminantes, las obras costeras y el aumento de la temperatura del océano, esta planta de lento crecimiento se enfrenta a la posibilidad de desaparecer en las próximas décadas. Es por ello que no solo hemos de preocuparnos solo de proteger su ecosistema, si no también de regenerar sus praderas: la posidonia es uno tesoros más preciados y a la vez delicados del Mare Nostrum.
FUENTE: https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/posidonia-planta-para-salvar-mediterraneo_18911