El fulgurante ascenso político de Carlos Mazón en el Partido Popular, tras la caída de su antecesora Isabel Bonig, hasta llegar a la Presidencia de la Generalitat Valenciana que se hará realidad el 17 de julio, resucita a los expresidentes populares Eduardo Zaplana y José Joaquín Ripoll -el primero de la Generalitat y el segundo de la Diputación de Alicante-, ambos condenados por gravísimos escándalos de corrupción, y de cuyas manos consolidó su carrera política el que será el próximo Presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón Guixot.
El entonces calificado como “cachorro” del PP de Eduardo Zaplana, fue designado Director General del Instituto Valenciano de la Juventud de la Generalitat Valenciana (IVAJ) con veintipocos años y, posteriormente, y estando considerado como uno de los “fieles” de José Joaquín Ripoll, Presidente de la Diputación de Alicante, fue nombrado Vicepresidente IV y Delegado de Infraestructuras de la diputación, precisamente de la mano de uno de los máximos responsables del escándalo de las basuras, bautizado por la policía como el Caso Brugal.
Como Presidente de la Diputación de Alicante, Mazón hizo diversos nombramientos para recuperar a varios cachorros de las Nuevas Generaciones y del antiguo PP del que él mismo formó parte con cargos públicos desde 1999 hasta 2009. Todos ellos estuvieron ligados a Zaplana y a Ripoll.
Esperemos que el paso por la cárcel de sus ilustres antecesores, los vulgares delincuentes y saqueadores de lo público Eduardo Zaplana y José Joaquín Ripoll, haya servido para que Carlos Mazón tome nota y tenga un comportamiento exquisito y respetuoso con la legalidad, aunque su pacto exprés con la ultraderecha de Vox para repartirse los cargos y diseñar una estrategia de gestión política del próximo Gobierno Valenciano nos ha dejado a todos perplejos, aunque parece ser que a Alberto Núñez Feijóo le ha gustado un montón.
Mal pinta un Gobierno de la Generalitat Valenciana integrado por personas del PP que estuvieron tan ligadas a la etapa más negra de la corrupción del PP de Valencia, junto a elementos de Vox que niegan la emergencia climática y la existencia de la violencia machista.
El PP no solo ha entregado la Vicepresidencia y la Consejería de Cultura a un extorero, sino que también le ha dado a Vox las Consejerías de Interior y Justicia y Agricultura en el nuevo Gobierno Valenciano. Y eso es tanto como poner a la zorra cuidando el gallinero.
En una tierra como la nuestra, tan sensible al cambio climático, con ese tipo de dirigentes será muy difícil convertir la crisis climática en prioridad política y asumir que nos jugamos la vida y la salud y también el futuro de nuestra economía ya que la agricultura y el turismo serán los sectores más afectados.
Según desvela eldiario.es, una grabación de una conversación con cargos locales revela la predisposición del presidente del PP valenciano a pactar con la extrema derecha meses antes de las elecciones, en una referencia sobre la Diputación de Alicante. Carlos Mazón fue muy gráfico en esa reunión: “En el peor de los casos tendríamos que chupársela a uno de Vox, que vienen aquí a tocar los cojones”. Pero el caso empeoró y han tenido que chupársela a más de uno.
Más que nunca necesitamos un gobierno central que no le dé carta blanca a Carlos Mazón y sus aliados de VOX para destruir todo lo conseguido en estos años de gobierno progresista, y está en nuestra mano conseguirlo.
Por ello el 23J no te quedes en casa y vota al progreso, vota a Compromis-SUMAR
