Como muchos sabréis, pues ha salido publicado en varios medios de comunicación (con algún que otro titular alarmista como suele ser habitual siempre que aparece un tiburón), el 27 de febrero, sobre las 9 de la mañana apareció, en la orilla de la playa de La Mata, frente al Paraje Natural Municipal «Molino del Agua», una hembra de cañabota gris (Hexanchus griseus) de 4 metros de longitud. Al respecto, y teniendo en cuenta que las redes sociales no permiten una exposición extensa de los temas, me gustaría hacer algunas consideraciones:
1. EL EJEMPLAR LLEGÓ MUERTO. Pero aún si hubiera llegado con vida, poco se hubiera podido hacer por salvarlo. Cuando animales de profundidad como este, u otros animales como los cetáceos, aparecen en la orilla del mar es para morir, y lo único que se puede hacer en la mayoría de las ocasiones, es eutasianarlos. El intentar introducir a escualos o cetáceos mar adentro no suele ser la mejor solución y, en todo caso, la decisión y operación debe ser realizada por personal experto. Aunque el instinto de los ciudadanos ante estos hechos es lanzarse al agua y tratar de ayudar al animal, se trata de un error que en ocasiones puede acarrear desagradables accidentes para estas bienintencionadas personas.
2. La cañabota gris es un tiburón de profundidad, que suele moverse entre el rango de 90 a 2000 metros de profundidad, con ascenso a superficie en muy contados lugares (zona del talud continental que, en el caso de Torrevieja, queda muy lejos del litoral, entorno a 40 km) y bajo unas determinadas condiciones ecológicas ligadas, por lo general, a la búsqueda de alimento. Coincidir con una cañabota gris es harto difícil, salvo que nos sumerjamos, realicemos kitesurf, padelsurf u otra actividad a tales profundidades (lo cual no es muy factible ni recomendable -ironía-). Pero además, los adultos de cañabota gris son muy pacíficos.
3. Por los datos que vamos acumulando en las últimas décadas, podemos afirmar que la cañabota gris es habitual en las profundidades del talud continental y grandes fondos de todo el sector comprendido entre las costas de Murcia a las islas Baleares. Ese talud continental, desde cabo de Palos hasta las costas de Alicante, se sitúa muy lejos de la orilla, como he apuntado anteriormente entre 35-40 km.
4. En Torrevieja, un varamiento de estas características es coordinado por el personal técnico de la Concejalía de Medio Ambiente, con amplia experiencia, y conlleva la actuación de muchos e importantes actores: los primeros que acudieron al lugar al activarse el protocolo municipal y autonómico, fue la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Local, y el segundo la persona que a partir de entonces se haría cargo de coordinarlo todo. Prácticamente a la par llegó la Guardia Civil (que para quien no lo sepa, siempre consigna los datos de la persona que se hace cargo de la situación, pues la mayoría de las veces se trata de especies estrictamente protegidas) e igualmente se puso a disposición la Comandancia de Alicante, de la que depende directamente el SEPRONA.
Una hora después, los Servicios de Limpieza de Playas (fundamentales siempre para el seguimiento de fauna varada) ya estaba retirando el cuerpo del animal. También intervinieron en este operativo y transporte hasta el lugar donde se realizaría la necropsia, el encargado del servicio de la empresa ACCIONA en Torrevieja.
5. A las 14 horas ya se encontraba en Torrevieja el equipo de veterinarios del Oceanogràfic y una bióloga de TRAGSATEC técnico del Ministerio de Medio Ambiente para los espacios marinos protegidos (no pudieron venir los técnicos de la Universidad de Valencia), así como el técnico municipal. Durante aproximadamente 3 horas se realizó la necropsia del animal y la toma de muestras internas para su análisis en laboratorio. Estos procedimientos no solo permiten, en ocasiones, discernir claramente la causa de la muerte (en ocasiones es un compendio de causas), sino que posibilitan la adquisición de enormes conocimientos científicos de especies muy difíciles de estudiar (aspectos veterinarios, ecología trófica y reproductiva, parasitología, etc). En este punto hay que recordar que las muertes de las diferentes especies que varan, pueden producirse tanto por interacciones con el ser humano COMO POR CAUSAS NATURALES (enfermedades, interacción con otras especies)…
6. El protocolo de Torrevieja no termina aquí. Los restos del cuerpo del animal son trasladados hasta una empresa habilitada para su transformación y eliminación definitiva.
7. Por último, comentar que no es la primera cañabota gris que aparece en las costas de Torrevieja (ni me temo que sea la última), pero las anteriores que han aparecido estaban muy deterioradas, algunas casi irreconocibles. El hecho de que el cadáver de la hembra de ayer estuviera en perfectas condiciones, permitió la adquisición de muchos datos científicos durante su estudio. Es cierto que en ocasiones estos animales son capturados por las redes de los arrastreros de profundidad, y no es menos cierto que cuando llegan con vida al barco, muchos profesionales las liberan vivas. Pero desgraciadamente otras tantas llegan muertas abordo, y en tal caso son echadas al mar. En el caso de la cañabota gris de ayer, todavía es pronto para tratar de dilucidar la causa de la muerte, aunque evidentemente se obtuvieron indicios durante la necropsia.
[NOTA: alguna de estas cuestiones serán abordadas, con mayor profundidad, en el curso para mayores de 55 años de la UNED en Torrevieja titulado «Valores ambientales y su gestión en áreas densamente pobladas» del 19 de abril al 24 de mayo. Información: torrevieja@elx.uned.es]
FUENTE: CRONICAS NATURALES DE TORREVIEJA
