En «Villa Ferris», mayo de 1918:
Unos golpecitos suaves dados en la puerta a las 4 y ½ de la mañana del 2 vinieron a sacarnos de estos ensueños y ni que hubiera habido brasas en nuestros lechos saltáramos más aprisa.
Vestidos, limpios y aseados, y, después de oír la Sta. Misa, que celebró el P. Prefecto, recibir al Señor, darle gracias y tomar nuestro bocado de pan con chocolate crudo; al claustro a esperar los coches.
Allí el P. Garrió, director de la Congregación, nos distribuyó en grupos presididos por un P. Profesor o Inspector y una vez colocados se aflojaron los frenos, sonaron los látigos y los vehículos empezaron a deslizarse por la empedrada calle del Colegio primero y por las otras después, hasta tomar la carretera.
Y una vez en ésta, corre que te corre y vaya que te vas, atravesamos la hermosa huerta de Orihuela, a la que dan vida y exuberancia las aguas del Segura, y no paramos hasta «Bella Vista» donde hicimos alto para tomar el almuerzo, que se nos sirvió en las eras a la vista del mar que teníamos allá lejos.
Media hora después sonó el pito y colocados de nuevo en nuestros puestos, se dio otra señal y reanudamos la carrera hasta llegar al término de nuestro viaje «Villa Ferris», preciosa quinta del Sr. D. Juan Coig, antiguo alumno del Colegio, situada a unos 200 metros del mar y rodeada por uno de esos preciosos palmerales, que dan a las huertas de Murcia y Orihuela, los encantos de paisaje oriental….
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FUENTE: https://www.facebook.com/ajomalbacosta
Queremos dar las gracias a Antonio José Mazón por su aportación y buen trabajo a recopilar y dar a conocer los recuerdos de Torrevieja.